Se sugiere a los niños conseguir libros de leyendas colombianas de espantos. Los niños llevaron al aula textos de leyendas que encontraron en casa y en la biblioteca, aunque no se encontraron muchos libros fueron suficientes para desarrollar la actividad.
Los libros se ubicaron sobre la colcha de lectura con el fin de que los niños realizaran una exploración previa de los mismos. Al ingresar al aula los niños tomaron los textos, cada uno el que había llevado; la idea inicial era que cada niño estuviera acompañado de un estudiante del Programa de Formación Complementaria (PFC) para la realización de la lectura en voz alta; pero como no hubo suficientes textos se distribuyeron por grupos para realizar diferentes lecturas en cada grupo, sin embargo, la idea del acompañamiento del estudiante de PFC continuó para desarrollar la lectura en voz alta de los grupos. (Video número2). Se planteó la actividad de lectura en voz alta porque a los niños les encanta oír a los adultos cuando les leen, además porque se convierte en un espacio placentero de lectura y permite que los niños antes de leer por sí mismos, descubran la lectura, lo que ésta puede decirles… Tal como lo plantea Aurora López (2004) cuando la lectura es “asumida como placer y como gusto por la palabra, tiene mayores posibilidades de lograr que esos niños lleguen a ser lectores asiduos en la edad adulta” Veamos otras razones para leer en voz alta a los niños:
“La voz alta es mágica y, según Evelio Cabrejo (Filólogo de la Universidad Nacional de Colombia, investigador Y profesor de la Universidad de Paris VII), resulta grata para los pequeños a cualquier edad, pues el niño al escucharla hará varias operaciones mentales: creará, imaginará… No es suficiente poner buenos libros en las manos de los hijos, debe haber un adulto que comparta con ellos. Lo importante es que exista una persona mayor que ame esos cuentos y que los comparta con el pequeño”, afirma. (Tomado de la Revista TU hijo y Tú. Año 8 Núm. 56, Pág.11)
Además, como dice Carmen Bravo de Fundalectura “La lectura en la infancia ayuda a los niños a comunicarse, enriquece su vocabulario, recrea situaciones, las neuronas se les desarrollan, pues ejercitan el cerebro al leer, hablar y pensar, y además exteriorizan emociones como la risa y la alegría” (Revista Tu Hijo y Tú. Año 8 Núm. 56, Pág.7).
“A los niños de cinco años les gusta que les lean en voz alta, sobre todo las historias largas y complejas que no entienden por sí solos. Además, están ávidos de conocer cosas alejadas de su entorno y comienzan a diferenciar la ficción de la realidad. Prefieren los personajes y las situaciones imaginarias, y las historias familiares que les permiten comprender su vida”. (Revista Tu Hijo y Tú. Año 8 Núm. 56, Pág.12).
Después de realizada la lectura en voz alta por los estudiantes del PFC; se propuso que los niños dictaran a la docente los nombres de las leyendas que les habían leído y ésta escribía en el tablero; Mirta Castedo nos ilustra sobre la importancia de actividades como esta. “(…) al observar escribir a su maestra , ella pone a disposición de los niños muchas informaciones sobre el sistema de escritura, la graficación de las letras y su ordenamiento lineal, los espacios entre fragmentos de escritura, su orientación convencional” (Castedo, Molinari, Torres, Ciro,2001).
A continuación una transcripción del registro de este momento. (Video 2)
D: A ti, ¿cuál leyenda te leyeron?
Na. La de la bruja
D: ¿la bruja?, voy anotando aquí lo que ustedes me van diciendo, ¿listo?
La docente escribió en el tablero los nombres de las leyendas que los niños le dictaron; luego organizó los grupos de acuerdo con la leyenda leída con el propósito de que los niños describieron el personaje central de la misma.
D: ¿Quién me quiere contar, qué les leyeron de la bruja? ¿Cómo era la bruja?
Na: Fea, mala
D: Bueno, era fea, mala. -¿Cómo más era la bruja?
N: Que las uñas las tenía largas
Animados por la docente los niños nombraron características de otros personajes de las leyendas como la llorona, el diablo, la pata de tarro, etcétera.(video 2)
La actividad de Leer leyendas e identificar características de sus personajes tenía como propósito facilitar a los niños la construcción de su propio espanto y caracterizarlo con propiedad, llegado el momento.
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